jueves, 21 de abril de 2016

REBELDES CON CAUSA

Esta sección nace a propuesta de Enrique González Calderón, profe de Historia, con la intención de presentar distintas historias de personas que lucharon contra la injusticia.  Con ello, además de darlas a conocer, queremos hacerles nuestro pequeño homenaje para que esa lucha no quede en el olvido, y al mismo tiempo nos sirva de inspiración, ya que SIEMPRE hay que luchar, aunque sepamos de antemano que no venceremos...

Aquí va la primera de ellas...



LA ROSA BLANCA

“Todavía brilla el sol”, estas fueron las últimas palabras de Sophie Scholl el 22 de febrero de 1943, poco antes de morir en Munich junto a su hermano Hans y a su amigo Christ Probst, todos ellos miembros de la Rosa Blanca. 
 





Sophie Scholl entre su hermano Hans (izquierda)y Christ Probst (derecha) poco antes de la partida de estos hacia el frente oriental como auxiliares sanitarios en 1942.




¿Pero...., qué fue la Rosa Blanca?

Pues una demostración de que no todos los alemanes apoyaron y se sometieron al nazismo, no, no todos, y un claro ejemplo fueron los jóvenes estudiantes de la Universidad de Munich que formaron la Rosa Blanca, que, usando la palabra escrita, lucharon para despertar la conciencia de la sociedad alemana frente a la barbarie del nazismo.

En 1941 Hans Scholl y Alexander Schmorell, estudiantes de Medicina en Munich, contrarios a la falta de libertad bajo el nazismo y a lo que la Segunda Guerra Mundial estaba suponiendo para la población alemana y europea, decidieron organizarse junto a otros compañeros estudiantes como Willi Graf y Christ Probst, además de uno de sus profesores, Kurt Huber, en un grupo al que llamaron Rosa Blanca. Todos ellos y Sophie, la hermana de Hans,  que se uniría tiempo después cuando empezó a estudiar en Munich Biología y Filosofía, decidieron que era el momento de actuar frente a un régimen cuya brutalidad era ya insoportable. Además, esta rebeldía no venía solo por lo que los componentes de la Rosa Blanca vivían en Alemania, sino también por lo que algunos de ellos habían visto en el viaje que, como voluntarios para auxiliar a los soldados alemanes en el frente de guerra contra la URSS, habían realizado por Europa oriental en el verano de 1942. El horror de la guerra provocada por su país, la matanza de población civil, la persecución contra los judíos de toda Europa…fueron las causas que llevaron a la Rosa Blanca a actuar de manera más decidida contra el nazismo.

El grupo decidió que el arma más poderosa era la palabra, y a ella iban a recurrir para despertar la conciencia de la adormecida sociedad alemana. Su forma de actuar consistió en la redacción de hojas y octavillas que repartían por distintas zonas de Munich y otros lugares de Alemania, con la esperanza de que quien las leyera se percatara de que era el momento de sumarse a la lucha contra la dictadura nazi.

Si se le echa un vistazo a los textos que la Rosa Blanca distribuyó resulta sorprendente la honestidad, el compromiso y la valentía de los jóvenes del grupo.  Sirvan como ejemplo:

Nada es más indigno para un pueblo civilizado que dejarse “gobernar”, sin oponer resistencia, por una camarilla irresponsable que se deja llevar por sus bajos instintos… ¿Por qué se comporta tan apáticamente el pueblo alemán frente a todos esos crímenes horrendos  e inhumanos? Prácticamente nadie reflexiona sobre esto. Se acepta como un hecho y se olvida. De nuevo, el pueblo alemán, duerme un sueño estúpido y sordo, y anima y da ocasión a los criminales fascistas a seguir actuando…y lo siguen haciendo…

Estos escritos demuestran la confianza del grupo en que la rebelión del pueblo podía cambiar las cosas, y despertar ese sentimiento de resistencia era su objetivo con las hojas que escribían y distribuían.

Durante los meses de enero y febrero de 1943, las actividades de la Rosa Blanca fueron frenéticas. Por el día los miembros del grupo continúan con su vida normal asistiendo a las clases; por las noches imprimen las hojas y las distribuyen. Además, también comienzan a hacer pintadas. Esta intensidad de trabajo de la Rosa Blanca hizo que la Gestapo empezara a preocuparse y a iniciar la búsqueda de los autores de las hojas. La aparición de pintadas y de panfletos en otras ciudades del sur de Alemania comienza a inquietar a las altas esferas del partido nazi, informándose al gobierno de Berlín e iniciándose una comisión investigadora.
El 18 de febrero de 1943 Hans y Sophie repartirán en la Universidad de Munich la que será la última hoja de la Rosa Blanca. Un bedel que había visto a los estudiantes alertó a las autoridades y poco después Hans, Sophie y también Christ Probst serán detenidos. En pocos días serán juzgados en un juicio que fue una auténtica farsa y ejecutados de manera inminente. Poco después el resto de miembros de la Rosa Blanca, Kurt, Willi y Alex también serán asesinados. 


De izquierda a derecha y de arriba abajo:
Hans Scholl, Sophie Scholl, Kurt Huber,
Christ Probst, Alex Schmorell y Willi Graf.

Se deben resaltar las premonitorias palabras de los hermanos Scholl dirigidas al tribunal al escuchar su sentencia de muerte: “Donde hoy estamos nosotros, dentro de poco estaréis vosotros”. A pesar del fin de la Rosa Blanca con el asesinato de sus miembros, simpatizantes de la organización lograron difundir los textos de la Rosa Blanca entre los países que luchaban contra Alemania, produciéndose en los meses siguientes el lanzamiento de las hojas de la Rosa Blanca  sobre las ciudades alemanes desde los aviones de los países del bloque aliado.

A día de hoy, el pensamiento más extendido es que protestar o rebelarse contra la injusticia sirve de poco, de ello nos quieren convencer, pero, más allá de ese conformismo permanente al que nos quieren condenar, vale la pena volver al inconformismo, rebeldía o lucha aunque solo sea por el hecho de homenajear a quienes, como los miembros de la Rosa Blanca, murieron en  nombre de la libertad. Porque todavía brilla el sol.

Enrique González.

Si queréis saber más
 
Libro:
-García Pelegrín, J. M. La Rosa Blanca, los estudiantes que se alzaron contra Hitler. Madrid, Libros Libres, 2006.

-Película:
Rothemud, Marc. Sophie Scholl, los últimos días. (2005).